El lector puede examinar, en la siguiente fotografía, los detalles de las manos de un feto cuando el embarazo completa un mes y medio; esto es, cuando el atraso de la menstruación es de un mes; debido a que la gravidez comienza quince días antes del primer atraso menstrual. Note que, con un mes de atraso en la menstruación, el feto ya posee manos y dedos bien formados, señal de que muchas otras estructuras están presentes y desarrolladas.

Manos de un feto con 7 semanas de embarazo

La fertilización del óvulo por el espermatozoide ocurre 14 días antes de la fecha prevista de la siguiente menstruación, cuando es posible preverla. El nuevo ser humano ya concebido, permanece cerca de siete días suelto dentro del útero, alimentándose de sustancias existentes dentro del óvulo fecundado, como si fuera un pollito dentro del huevo que se alimenta de su propia yema. En el séptimo día de embarazo sus reservas están casi acabándose, es entonces cuando se adhiere a la pared del útero para poder continuar alimentándose y recibir oxigeno de su propia madre. En el momento que se anida comienza a formarse la placenta, que es una especie de filtro entre la madre y el bebé, para que de esta forma el bebé pueda retirar de la sangre materna el alimento y oxigeno que necesita. El alimento y oxigeno que circula en la sangre materna atraviesa el útero y se filtra por la placenta, pasando por el cordón umbilical para entrar luego en el torrente sanguíneo del bebé, directamente a su ombligo y de allí a su intestino.

Así que el bebé se anida en el útero, él también activa una hormona en el cuerpo de la madre, para impedir que el organismo de la embarazada rechace al bebé como un cuerpo extraño. Siempre que un cuerpo extraño penetra en nuestro cuerpo, sea un microorganismo, sea un órgano transplantado de otra persona, nuestro organismo reconoce que es algo que no le pertenece y comienza a atacarlo con su sistema inmunológico hasta destruirlo. Es por eso, que las personas que reciben un transplante de corazón que pertenecía a otra persona, deben ser medicadas con medicinas que impidan el rechazo. Es por esto, que cuando introducimos un pedazo de madera debajo de la piel, se vuelve rojizo, inflamado y después lleno de pus. Es nuestro propio cuerpo reconociendo otro cuerpo como extraño, y él mismo está tratando de destruirlo. Si el bebé al implantarse, dentro del útero al séptimo día de embarazo, no enviara un mensaje hormonal al cuerpo de la madre para que ella no lo reconozca como un cuerpo extraño, nadie nacería porque todos seríamos destruidos por nuestra propia madre a partir del séptimo día de embarazo.

Esto también demuestra que, biológicamente, no es cierto decir que el bebé es parte del cuerpo de la madre. Si él fuera parte del cuerpo de la madre, no necesitaría de un sofisticado sistema hormonal para impedir que el cuerpo de su madre lo destruya como un cuerpo extraño.

En ciertas circunstancias, cuando existe incompatibilidad en el factor RH, entre la sangre de la madre y del padre con la del futuro bebé, y no se toman los debidos cuidados médicos preventivos, esta barrera hormonal falla; y el bebé es destruido como seríamos destruidos todos nosotros, si la naturaleza no hubiese descubierto este recurso, justamente por no ser parte del cuerpo de nuestra madre.

Esta es apenas una entre, centenas y centenas, de tantas evidencias que nos demuestran que la verdad es muy clara: el futuro bebé ya es otra persona, con su propio código genético, su propio sistema inmunológico, sus propios órganos, su propia individualidad.

Si usted está considerando hacerse un aborto, no mienta para usted misma. A quien usted está matando es a su propio hijo, ya formado. No existe ninguna manera de negar esta verdad, y nuestra propia naturaleza sabe de esto aunque queramos negarlo.

Detalle de un pie humano en el segundo mes de embarazo

Esta foto es el detalle de un pie humano en el segundo mes de embarazo, iluminado desde el fondo, para poder mostrar la riqueza del sistema circulatorio que posee. Para que un sistema circulatorio esté tan sofisticado y pueda funcionar, requiere de un sistema nervioso que lo controle, el cual debe estar formado antes. En verdad, lo que se forma más rápidamente en el primer trimestre del embarazo es el sistema nervioso del bebé. Es por esto, que en esta etapa, la cabeza y el cerebro son proporcionalmente mucho mayores que el resto del cuerpo. Si nuestro cuerpo tuviese las mismas proporciones que las de un feto, nuestra cabeza debería llegarnos hasta más debajo de nuestro ombligo. El hecho de que el sistema nervioso del bebé se desenvuelve tan rápidamente, es responsable de la evidencia que el bebé ya siente dolor antes de que llegue al final del primer trimestre del embarazo. A partir del uso de los aparatos de ultrasonido en la práctica de la obstetricia en los años setenta, los abortos supervisados por el ultrasonido desde el segundo mes de embarazo muestran que, así que el médico introduce una cureta dentro del útero para comenzar a desmembrar y arrancar al bebé, el bebé resiste violentamente y su ritmo cardíaco se acelera intensamente; casi de inmediato, mostrando que de alguna manera él percibe que está siendo agredido y procura huir de los instrumentos agresores. Esto es tan visible en el ultrasonido, que aunque sea ignorante, en los países donde el aborto es legal y es supervisado por este instrumento, se recomienda que los médicos instalen este aparato de tal manera que, durante el aborto, la paciente que se somete al aborto no pueda ver la pantalla del mismo. La técnica padrón de aborto no recomienda que la paciente sea sometida a una anestesia general durante el mismo. En pocos o rarísimos casos en que la anestesia es general, la anestesia actúa tanto en la paciente como en el feto, y el feto no siente nada. En la mayoría de los casos en que el aborto es realizado correctamente, la anestesia es apenas local y esta actúa sólo en la paciente, sin alcanzar al feto. La evidencia, a través del ultrasonido, demuestra claramente que el feto percibe que está siendo descuartizado vivo e inclusive reacciona ante esto.


Mano de un feto en el 2º mes del embarazo

Este, finalmente es el detalle de la mano de un feto abortado durante el segundo mes de embarazo. A pesar de estar tan perfectamente formado en esta etapa del embarazo, la mano y el antebrazo del bebé miden, desde la punta de los dedos hasta el codo, la mitad del tamaño un tercio de la primera falange del dedo de un hombre adulto.

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